Se completó la instalación de las bombas para el circuito de enfriamiento primario del reactor multipropósito RA-10 de Argentina, anunció la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) del país. Esto marca la finalización del montaje de los componentes grandes del reactor.
El RA-10, un reactor de investigación de piscina abierta de 30 MWt, se está construyendo en el Centro Atómico Ezeiza en la provincia de Buenos Aires para reemplazar el reactor RA-3 en el mismo sitio. Este reactor tipo piscina de 10 MWt comenzó a operar en 1967. El RA-10 se utilizará para la producción de radioisótopos médicos, así como para pruebas de irradiación de combustibles y materiales nucleares avanzados, e investigación con haces de neutrones.
El proyecto RA-10 fue aprobado por el gobierno y fue iniciado oficialmente por la CNEA en junio de 2010. La Autoridad Reguladora Nuclear de Argentina otorgó una licencia de construcción para RA-10 en noviembre de 2014. Las obras civiles del reactor comenzaron en 2016. Empresa de tecnología nuclear INVAP participa en el diseño y construcción de la instalación del reactor y las instalaciones relacionadas, desempeñando el papel de contratista principal. El montaje de la piscina RA-10, que albergará el núcleo del reactor, se completó en agosto de 2018.
La CNEA anunció ayer que ya se han instalado las bombas para el circuito de enfriamiento primario del RA-10. El reactor cuenta con tres bombas de este tipo, cada una con un peso de 10 toneladas y con una tecnología centrífuga convencional. Dos de las bombas, fabricadas por Rhurpampen en su planta de Monterrey, México, operarán en paralelo, mientras que la tercera estará reservada como respaldo ante posibles fallas en los equipos operativos. Cada bomba es capaz de mover un flujo de 1910 metros cúbicos por hora de agua a través del núcleo del reactor. Además, cada unidad cuenta con un volante de inercia que, en caso de pérdida de energía, mantiene la rotación de la bomba durante el tiempo necesario, lo que garantiza la seguridad del reactor al disminuir gradualmente el caudal de refrigeración.
Una vez que entre en funcionamiento, la RA-10 garantizará el suministro de radioisótopos para uso médico a nivel nacional y tendrá capacidad para exportar al mercado mundial, según la CNEA. Esto, dice, generará un impacto estratégico para Argentina en las áreas de salud, ciencia, industria, investigación aplicada, desarrollo tecnológico y servicios.
Como parte de la creciente cooperación bilateral en energía nuclear entre Argentina y Brasil, en mayo de 2013 INVAP se adjudicó los contratos para construir el reactor de investigación RA-10 y el reactor multipropósito de Brasil, siendo el reactor OPAL de Australia el diseño de referencia para ambos.
Investigado y escrito por World Nuclear News