La Clínica Universidad de Navarra (CUN) ha abierto recientemente en su sede de Madrid, una unidad de protonterapia y ya ha empezado a evaluar y tratar pacientes.

Desde la CUN destacan que este equipo incorpora un sincrotrón de Hitachi, cuya tecnología está presente en 32 centros clínicos y académicos, entre los que se encuentran referentes internacionales en el tratamiento del cáncer.

Este acelerador de partículas, señalan, es “el más moderno disponible actualmente y mucho más eficiente energéticamente, ya que es el que produce menos radiación secundaria”. Se considera, en este sentido, un acelerador “limpio” al permitir acelerar el haz de protones justo hasta la energía requerida para alcanzar el tumor de cada paciente de forma individualizada, sin precisar filtros artificiales para la generación del proceso de “frenado” (mediante el cambio de energía que selecciona el sincrotrón para el propio haz).

La terapia con protones es la modalidad de radioterapia externa de mayor precisión. Permite una mejor distribución de la dosis exacta en el lugar preciso y, por tanto, menor irradiación de los tejidos sanos y menor riesgo de efectos radioinducidos innecesarios. Está especialmente indicada para el tratamiento de tumores de difícil acceso o cercanos a órganos de riesgo.

La protonterapia se fundamenta en un tipo de radiación diferente a la de la radioterapia convencional. Mientras la radioterapia se basa en un haz de alta energía de rayos X (fotones), la protonterapia utiliza un haz de partículas aceleradas (protones) de alta energía, que permite dirigir de forma más precisa la radiación contra el tumor.

El centro de protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra, se suma al que puso en funcionamiento, también en Madrid, Quirónsalud en el año 2019.

La aplicación de la tecnología nuclear en medicina es quizá, junto con la producción de energía eléctrica, una de las más conocidas. En el mundo occidental desarrollado, las técnicas de diagnóstico y tratamiento se han vuelto tan habituales, fiables y precisas que aproximadamente uno de cada tres pacientes es sometido a alguna forma de procedimiento radiológico. Se estima que 30 millones de personas se benefician de la medicina nuclear para diagnóstico o tratamiento.